¡Betún de Judea es muy femenino!
Los hombres heterosexuales sin ninguna duda (¡ni la más mínima!) somos machos, primitivos, sudorosos y superficiales. Gritamos, eructamos y nos saludamos con golpes fuertes en la espalda porque somos machos. Duros, resistimos porque los hombres no lloran, ni cantan, ni bailan, ni nada que no sea hacer el macho. Reivindicamos nuestra cuota de exageración diaria mientras vemos el fumbol, añadimos centímetros de más y somos pícaros y triunfadores porque, desde luego, mira que somos machos. Nos vestimos por los pies y mucho.
Y aunque a veces nos gustaría sacar a la luz nuestro lado femenino, y comprender, y abrir nuestras mentes, y dejar de ser simples, no podemos relajarnos.
Es muy duro ser un hombre tan macho...
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