¡Betún de Judea sale barato!
Si en nuestro supermercado de confianza nos ofrecen un nuevo producto, lo probamos. Si además lo hace una chica vestida para la ocasión, lo probamos gustosos. Si es gratis total, lo probamos gustosos y rápido. Da igual lo que sea. Sin preguntar, no sea que haya truco. Y luego ya que nos cuenten su historia, sus bondades, sus ofertas... lo que quieran pero que sea mientras lo digerimos o durante el lavado de estómago si, como en este caso, fuera un perfume.
Mejor eso que desperdiciar algo gratis...
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