¡Betún de Judea no tiene filtro!
Ya está bien de tanto morderse la lengua y tanto pensar antes de hablar. ¡Se acabó eso de "mejor me callo"!
A partir de ahora vamos a opinar sobre todo lo que queramos, en tiempo real, sin tapujos, haciendo caso omiso a la prudencia y liberando a nuestros más bajos instintos, que hablen el estómago y el corazón, y, tal y como nos llega, vamos a soltarlo. Vamos a limpiar la bandeja de entrada y a contestar hasta las preguntas retóricas. ¡Pongamos en su sitio a todo el que nos crucemos!
Seguro que construimos un mundo más sincero, más "de verdad", más auténtico y más divertido.
Aunque menos gente nos felicitará el día de nuestro cumpleaños...
Eso sí...
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