¡Betún de Judea no tiene mucha idea de nada!
Pero, como la mayoría, habla por si acaso. Por ese miedo a no saber, tenemos que demostrar nuestra omnisciencia a toda cosa, aún a riesgo de fallar más que una escopeta de feria. ¿Y por qué no?
Si nos preguntan por una calle contestemos hilando con nuestros conocimientos más variopintos, juguemos con el tiempo y la paciencia de quiénes nos preguntan y demos rienda suelta a nuestra verborrea conectando unos temas con otros hasta que se olvide el tema que provocó la duda.
Tendremos una sociedad más desorientada, vagando por las calles, pero más ilustrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario