La vida real

¡Lo típico en Betún de Judea!

Nos empeñamos en hacernos unas expectativas con todo, como si a cada instante nuestra vida estuviera a punto de cambiar, como si continuamente estuviera en juego el status quo o faltaran segundos para el gran giro argumental de nuestras historias personales.

Es cierto que la culpa de esto la tiene el cine, el teatro, las novelas, el cómic... que con sus narrativas nos han puesto el listón muy alto a nosotros que cada noche nos acostamos casi como la anterior, sin que el mundo dependa de nuestra fuerza para salvarse, no tengamos que sacar a un inocente del corredor de la muerte, ni se haya cometido un asesinato ritual en nuestro pueblo y seamos quienes lo tengamos que esclarecer.

Por eso lanzamos una propuesta:

¡Reivindiquemos el "como siempre"!
Digamos orgullosos "hoy no me ha pasado nada", "tengo una vida monótona", "llevo años con estas mismas zapatillas de andar por casa", "la rutina en la que vivo no está nada mal", "soy un acostumbrado animal de costumbres", "lo nuevo me asusta", "a mí déjame de experimentos", "yo, como se ha hecho toda la vida", "con lo bien que nos va así" y "no quiero problemas".

Después de todo... ¿Qué podría pasar?