lunes, 30 de marzo de 2015

Siervos


¡Betún de Judea está en línea!
Pero no nos confundamos: no nos hemos conectado a nada. Nos han conectado. Y el miedo es que si nos han podido conectar, el día que les venga en gana nos desconectarán. Como si fuéramos lamparas de mesilla de noche, y a la mayoría nos quedaría fatal, lo sé, esa tela como de volantes que las recubre.
Para ello usaron las Redes Sociales... 
¿Es que el nombre no nos llamaba la atención?
Como si fuéramos un banco de peces, moluscos, latas, compresas y demás basura marina, estamos ya atrapados en esas Redes, en la cubierta de un barco en mitad de la nada, con los pulgares desarrollados de tanto deslizarlos por la pantalla del móvil y seguimos ahorrando para pagar la tarifa de datos, en espera de que venga un príncipe azul que sirva como community manager.
Acostumbrándonos a tener una memoria de menos de un minuto.
Lo que dura una actualización. 

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